
En una noche de invierno en Escandinavia, los suecos se preparan para una de las festividades de la luz más queridas del mundo cristiano: el Día de Santa Lucía. Celebrado el 13 de diciembre y basado en la historia de Santa Lucía, esta alegre festividad rebosa de significado para los católicos de todo el mundo: un recordatorio de que la luz de Cristo vence toda oscuridad. Si bien la celebración sueca es única, el Día de Santa Lucía es profundamente católico. Para las familias y los catequistas, ofrece una manera maravillosa de enseñar a los niños sobre el llamado a llevar luz a los demás y a prepararse para la venida de Cristo durante el Adviento, como Santa Lucía, testigo de fe, valentía y esperanza en Cristo.
El blog de Santa Lucía es el quinto artículo de nuestra serie de blogs que presenta celebraciones globales de la fe católica para niños y familias católicas. No se olvide de descargar Mi pasaporte católico para cada parada de su viaje.

Santa Lucía fue una joven mártir cristiana de Siracusa, Sicilia, que vivió a principios del siglo IV. Su nombre significa "luz" y, desde los primeros siglos, los cristianos la honraron por su fe inquebrantable y su compasión por los pobres.
Según la tradición, Lucía llevaba comida en secreto a los cristianos perseguidos que se escondían en las catacumbas. Para llevar la mayor cantidad posible, llevaba una corona de velas en la cabeza para iluminar su camino. Finalmente, fue martirizada por negarse a renunciar a su fe y se convirtió en una de las santas más veneradas de Europa, especialmente en regiones con inviernos largos y oscuros.
Su festividad, el 13 de diciembre, marcaba antiguamente el solsticio de invierno, o la noche más larga del año, en el antiguo calendario juliano. Con el tiempo, su historia de luz y valentía se convirtió en un poderoso símbolo de esperanza.
En Suecia y otras partes de Escandinavia, el Día de Santa Lucía se celebra con canciones, procesión y comida compartida que aporta calidez a los días más oscuros del año.
Antes del amanecer, una niña vestida con un vestido blanco y una faja roja, con una corona de velas, encabeza una procesión de niños. La siguen las tärnor (niñas acompañantes) llevando velas y los stjärngossar (niños estrella) con sombreros altos y puntiagudos decorados con estrellas. El grupo canta la canción tradicional "Sankta Lucia", llenando iglesias, escuelas y hogares de luz y paz.
Familias y comunidades se reúnen para compartir lussekatter, bollos con aroma a azafrán en forma de remolinos de luz. Café, chocolate caliente y galletitas de jengibre contribuyen al ambiente acogedor conocido en sueco como mys: una sensación de calidez, unión y alegría.
Para los católicos suecos, el día también incluye oración y reflexión sobre el testimonio de fe de Santa Lucía. Su ejemplo recuerda a todos que la verdadera luz no viene de las velas, sino de Jesucristo.

Aquí se presentan algunas de las costumbres y símbolos que se pueden ver durante Santa Lucía en Suecia:
El Día de Santa Lucía se celebra durante el Adviento, un tiempo de luz y espera. Brinda una hermosa oportunidad para que las familias y los educadores católicos conecten la fe y la cultura, mostrando cómo las tradiciones de todo el mundo reflejan la misma esperanza en la venida de Cristo.
Aquí tiene algunas maneras de animar la celebración:
Estos sencillos rituales conectan a los niños con la Iglesia global y les recuerdan que la historia de Santa Lucía sigue brillando hoy.
Para los católicos de todo el mundo, la festividad de Santa Lucía ofrece un momento para detenerse y reflexionar durante los ajetreados días de Adviento, un recordatorio de que incluso una pequeña luz puede disipar la oscuridad.
El ejemplo de Santa Lucía nos anima a llevar luz a nuestras comunidades. Podemos compartir bondad, ofrecer ayuda a los necesitados y mantener nuestros corazones dirigidos hacia Cristo. Su historia también nos conecta con la Iglesia universal, recordándonos que los santos nos unen a través de culturas, idiomas y generaciones en una fe compartida.
Al aprender sobre Santa Lucía, los niños no solo descubren una hermosa tradición sueca, sino que también profundizan su comprensión de lo que significa vivir como hijos de la luz.
El Día de Santa Lucía es un radiante recordatorio de que la luz de Cristo brilla a través del testimonio. Ya sea que se celebre en un pueblo sueco o en una escuela lejana, esta festividad invita a todos los católicos a vivir con alegría, generosidad y esperanza. Al transitar el Adviento hacia la Navidad, que, como Santa Lucía, llevemos la llama de la fe al mundo para iluminar el camino y reflejar la luz de Cristo.